El mármol es una pieza clave en muchas de las construcciones, su elegancia y gran tamaño permiten dar acabados lujosos y resistentes que pueden durar muchos años. Registro de ello son los edificios históricos que han ocupado esta roca metamórfica en su construcción, que gracias a su calidad, nos han permitido asombrarnos con el lujo de los recintos que se han construido con él, pues de entre todas las rocas, ésta era la preferida para crear los pisos, muros, escaleras, columnas y estatuas de los grandes edificios históricos que hasta nuestros días permanecen erguidos.
La ciudad de Guadalajara es conocida en buena parte por sus hermosos edificios históricos, piezas clave de la historia y de la cultura no sólo de esa región, sino de todo el país. Los mármoles en Guadalajara han sido, al igual que en muchas otras partes de México y el mundo, piezas clave para terminar con acabados lujosos los hermosos edificios que engalanan el centro de la capital.
Basta solamente con caminar unas cuantas cuadras por las calles principales del centro de esta bella ciudad para darse cuenta de que, en cuanto a mármol, no escatimaban. Uno de los edificios más reconocidos es el Hospicio Cabañas, construido en 1805, que ha sido testigo de muchos cambios históricos en la región. Dicho recinto sirvió como cuartel para los insurgentes, y terminada la Independencia regresó a manos de la orden de las Hermanas de la caridad, regresando al concepto para el cual fue creado, un hospicio para huérfanos y desvalidos.
En 1910 fue ocupado nuevamente por los revolucionarios, siendo utilizado como cuartel hasta finalizar esta etapa histórica, para continuar con sus actividades como hospicio.
Fue hasta 1980 cuando los beneficiados de la institución fueron reubicados, que se convirtió en un centro cultural, recinto en el cual se llevan a cabo importantes exposiciones y actividades relacionadas a la vida cultural de la capital jalisciense.
Este edificio ha sido capaz de soportar toda esta historia gracias a su excelente manufactura y pisos de mármoles en Guadalajara, sin los cuales seguramente hubiera sucumbido ante el primer ataque.
El teatro Degollado es otro de los iconos de Guadalajara, que en un principio se conoció como el teatro Alarcón, pero después se le dio el nombre con el que se le conoce actualmente, en honor al exgobernador José Santos Degollado. Este teatro comenzó su edificación en 1856, inaugurándose diez años después con una gala de ópera en donde se interpretó la ópera ¨Lucía de Lamermoor¨. Este hermosos recinto se construyó bajo el estilo neoclásico, cuenta con un vestíbulo oval con una fachada de mármol, y hasta el día de hoy es el teatro más importante de la región, en donde se presentan las mejores compañías de ópera y ballet, al igual que conciertos de cámara y sinfónicos a cargo de la orquesta sinfónica de Guadalajara.
Por su parte, la catedral de Guadalajara es uno de los edificios más imponentes de la nueva España, creada con la consigna de convertirse en uno de los recintos religiosos más importantes de la época. Fue construida bajo el reinado del Rey Felipe II, y su construcción comenzó en 1561, concluyendo cincuenta años después. Entre los materiales de alta calidad que se usaron para la edificación de este recinto se ocuparon grandes placas de mármol para engalanar los pasillos y soportar las columnas de cantera que sostienen las naves.
El expiatorio es otro de los puntos más importantes de esta capital jalisciense. Es un templo de estilo neogótico considerada como la obras más importante de este estilo en todo el país. Fue construido por Adamo Boari, el mismo arquitecto que construyó el Palacio de Bellas Artes en la capital del país, cuya edificación comenzó en 1897 y fue concluida hasta 1972.
Cuenta con hermosos paisajes hechos de mármol e impactantes vitrales que pintan de hermosos colores todo el edificio.
El museo de la ciudad es otro edificio emblemático de Guadalajara, el cual se inauguró en 1992 y cuyo interior resguarda valiosas piezas de arte. En este edificio se realizan también investigaciones sobre las corrientes de arte, el arte en Guadalajara y en el país en general, cuenta con salas permanentes y temporales en donde puedes gozar de las mejores exposiciones de la ciudad, además de disfrutar de su arquitectura y de sus pasillos hechos con las mejores placas de mármoles en Guadalajara.
Otro espacio imperdible en esta hermosa ciudad es el panteón de Belén, histórico camposanto que está plagado de las mejores leyendas de la ciudad, ideal para un tour nocturno en donde puedes recorrer las hermosas lápidas y mausoleos hechos con mármol y cantera de la mejor calidad, pues solo así podrían soportar las inclemencias del tiempo y conservar su belleza a través de los años.
Los mármoles en Guadalajara han sido utilizados para complementar de manera lujosa todos los edificios emblemáticos que en ella se encuentran, pero el uso de éstos no se limita sólo a construcciones históricas, sino que muchos hoteles, restaurantes y espacios de diversión optan por este material, ya que además de dotar de elegancia todos los espacios en los que se utilice, garantiza que éstos durarán por muchos años.
El mármol puede usarse tanto en los muros como en los pisos, así también en columnas y adornos, da frescura y una sensación de amplitud a los espacios en los que se coloca, siendo uno de los materiales favoritos para las cocinas de lujo y los baños, tanto de restaurantes como de hoteles y casas.
Su resistencia a los abrasivos los coloca entre los mejores elementos para una construcción, pues pese a su costo elevado, las ventajas de colocarlo son muchas, pues tendrás la certeza de disfrutar de tus placas o pisos de mármol por muchos años.
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