Italia: el paraíso del marmol
El marmol es probablemente uno de los materiales que más se han utilizado en la decoración de interiores. Desde la antigüedad ha sido considerado como un elemento de distinción en mansiones, palacios e iglesias como símbolo de riqueza y jerarquía.
Desde el siglo VI en Grecia, su función decorativa estuvo presente en la arquitectura que vemos en columnas, muros y estatuas de los templos y edificios públicos de hecho, el término proviene del griego marmaron (“roca cristalina” o “roca brillante), nombre que se le da porque esta roca metamórfica, procedente de la piedra caliza, brilla de forma natural una vez pulida.
Asimismo, en la arquitectura romana, bizantina, en la Siria cristiana y en el arte egipcio se utilizó como piedra de ornamento y estructura en los distintos salones, que resaltan por su belleza y son considerados espacios majestuosos. Desde entonces, este preciado material ha sido manipulado por nuevas tecnologías tan sofisticadas que logran transformar un material tan rígido en uno flexible y adaptable a muchas necesidades.
La extracción de esta piedra en Italia tiene orígenes muy antiguos. Como mencionamos en la introducción, ya en la Grecia antigua se practicaba esta actividad, que se expandió hasta Italia en el siglo VII, donde su uso fue especialmente particular en la arquitectura bizantina. Tiempo después, en la Edad Romana, adquirió un mayor desarrollo gracias al puerto de Luni, desde donde se exportó a toda Italia y países del mediterráneo.
Uno de los mármoles más reconocidos por su pureza y belleza es el de Carrara, municipio italiano en la zona de la Toscana, que desde un principio se consideró como material de lujo para los nobles. Vemos en la época del desarrollo del cristianismo cómo el material adquirió una gran demanda para la construcción de edificios sagrados, principalmente en las ciudades de Lucca, Pisa y Florencia, donde además se utilizaba para elaborar utensilios y decoraciones para tumbas.
Entre las construcciones que podemos citar, erigidas con marmol, se encuentra el famoso Panteón de Agripa, templo dedicado a todos los dioses, construido con bloques de travertino y revestido de esta piedra; la majestuosa Columna de Trajano, constituida por dieciocho enormes bloques de marmol de Carrara; el magnífico Duomo, cuya fachada, la cruz del altar, el recinto y el púlpito son también de esta piedra.
No por nada reconocidos artistas de la arquitectura antigua recurrían a este prestigioso material, uno de los más apreciados por el grado de blancura, la casi ausencia de vetas y la finura de su grano. Son de especial mención maestros escultores como Giovanni y Nicola Pisano, con sus obras en Pisa, y no podemos olvidar a Miguel Ángel, quien gustaba de seleccionar él mismo los bloques que utilizaría para sus esculturas. Dentro de la diversidad de tipos de esta piedra que ofrecen las canteras de Carrera se enlistan siete, cada uno con características cromáticas y estructuras diferentes.
En primer lugar mencionaremos el más conocido por su casi nula presencia de impurezas, el marmol Blanco. En segundo lugar está el Estuario, utilizado desde la antigüedad por su color marfil y su estructura cristalina, precisamente con el cual Miguel Ángel esculpió su obra maestra, el David. También encontramos el Venado, que es blanco con características venas grises.
El Arabescato también se extrae de la zona de Carrara y su característica principal son los óvalos o arabescos que resaltan sobre su fondo blanco. Es popular en el mundo del diseño pues se aplica tanto en baños, como en pisos y recibidores. El Calacatta es poco común en el mercado y en su diseño vemos venas de color amarillo.
El Bardiglio se caracteriza por su tono, homogeneidad y elegancia que aporta a muebles generalmente utilizados en interiores, ya que es susceptible a rayones. El Cipollino Zerbino, que también se emplea desde la época de los romanos, se trata de una piedra de fondo blanco verduzco, matizado con espesos canales grises o verdes. Un ejemplo de arquitectura que utilizó este producto son las columnas del pórtico del Templo de Antonino y Faustina, en el Foro Romano. El Giota Venato es un poco escaso y difícil de conseguir, pero es apreciado por su veteado ligero y uniforme y la poca porosidad, empleado en pavimentos, revestimientos, escaleras, entre otros.
Si bien tal producto fue extremadamente popular en la antigüedad y en periodos posteriores a ésta, no siempre tuvo el mismo auge debido justamente al precio que podía llegar a alcanzar y a los muchos otros materiales que se encuentran en el mercado, incluso por momentos fue considerado un material ligeramente caduco. Sin embargo, como hemos notado a lo largo de varias etapas, el mundo de la moda, el diseño y la arquitectura está en constante renovación y reciclaje de elementos.
Es así que en la actualidad y desde hace algunas décadas– este tipo de piedra vuelve a cobrar importancia. En todo el mundo se ha retomado su uso en infinidad de mobiliario para cocinas, salas de estar, baños, habitaciones, recibidores y exteriores. En resumidas cuentas, el marmol italiano de Carrara ha tenido un impacto considerable y duradero en el ámbito de la arquitectura, diseño e interiorismo, siendo éste el más blanco y puro, lo que contribuye a su popular y atractivo.
En mármoles y canteras Maga contamos con estos productos, así que si estás pensando darle un toque de distinción a tu hogar, nuestros especialistas con gusto te brindarán más información y resolverán tus dudas sobre el tipo de material que requieras.